MADRID.- Níger,
está al borde de una crisis alimentaria. La ong
Plan , presente en el país desde 1998, ha puesto en marcha programas de emergencia
en Tillaberi y Dosso, dos de las áreas
más afectadas por la sequía donde la desnutrición infantil está rozando el 22%, afectando especialmente a
niños de 2 a 5 años.
El riesgo de desnutrición
infantil es especialmente alto en este país de la región del Sahel con una
media de 7 hijos por familia.
Alrededor de 834.000
personas de zonas rurales en riesgo severo de emergencia alimentaria podrían
quedarse sin comida alguna en un mes y cerca de 3.4 millones en apenas mes y
medio.
La sequía y la plaga de
langostas y otros insectos han reducido en un 25% la cosecha de este año.
Además, está previsto que el retraso de las lluvias provoque el agotamiento de
las escasas reservas de la última cosecha antes de tiempo: a finales de marzo,
tres meses antes de lo habitual. El país está experimentando un rápido y denso
crecimiento demográfico para el que no existen reservas alimentarias
suficientes.
La población aún no se ha
recuperado de la difícil situación del 2010 cuando las inundaciones y sequía
alternas provocaron escasez de alimentos. Sólo el año pasado 300.000 niños
tuvieron que ser atendidos por desnutrición.
“Ahora es el momento para
actuar si queremos que la población pueda superar los meses que vienen y la
situación del Cuerno de África se replique aquí. Es fundamental reforzar los
escasos fondos que quedan y proteger a la población infantil que son los que
más rápido se ven afectados por la desnutrición”, explica Concha López,
directora general de Plan España.
En los últimos meses la
población de la región del Sahel ha visto reducido el acceso a los alimentos
debido a la intensa sequía y una escalada en los precios de las reservas
existentes.
En Níger, el país de la zona
en peor situación, el 78% del presupuesto familiar se está destinando a la compra
de alimentos. La mayoría de los hogares se ha quedado sin cultivos y ganado.
A la difícil situación
medioambiental se suma el regreso de casi 200.000 trabajadores nigerinos que
huyen de la violencia en Costa de Marfil y Libia y que ha supuesto una reducción
en los ingresos de muchas familias, que dependían del sueldo de sus familiares
en el extranjero.
Plan ha puesto en marcha un
plan de emergencia en los departamentos de Tillaberi y Dosso, con refuerzo
nutricional en las escuelas -donde los niños reciben a veces la única comida
del día-, distribución de comida entre las comunidades, especialmente entre
niños y mujeres embarazadas, y apoyo a las labores agrícolas de la población.
En Dosso, además se han
repartido cupones de compra para que la población más afectada pueda adquirir
comida en el mercado local, donde aún quedan existencias. Los cupones permiten
así el acceso a la comida para la población más afectada y mantienen activa la
economía local.
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